¿Puedo cambiar mi hipoteca de fija a variable?

imagen que representa si se puede cambiar de hipoteca fija a variable

Sí, es posible cambiar una hipoteca de tipo fijo a variable en España, pero requiere seguir ciertos pasos y evaluar cuidadosamente si esta decisión es la más adecuada para tu situación financiera. Cambiar el tipo de interés puede hacerse mediante la novación del contrato o la subrogación a otro banco. A continuación, te explicamos cómo funciona este proceso y cuándo puede ser una buena idea.


1. ¿Qué implica cambiar de hipoteca fija a variable?

Cambiar de una hipoteca fija a una variable significa modificar el tipo de interés aplicable al préstamo. En lugar de pagar un interés constante durante todo el plazo del préstamo, pasarás a un interés que fluctúa en función de un índice de referencia (generalmente el Euríbor) más un diferencial.


2. Métodos para cambiar tu hipoteca

a) Novación

La novación consiste en renegociar las condiciones de la hipoteca con tu banco actual. Es una opción conveniente si tienes una buena relación con la entidad financiera.

  • Ventajas: Costes más bajos que la subrogación y menos trámites.
  • Desventajas: El banco puede no ofrecerte las mejores condiciones en comparación con otras entidades.

b) Subrogación

La subrogación implica trasladar tu hipoteca a otro banco que ofrezca mejores condiciones. El nuevo banco asumirá la deuda y establecerá un nuevo contrato.

  • Ventajas: Posibilidad de acceder a mejores condiciones de interés.
  • Desventajas: Costes adicionales, como la tasación de la vivienda y los gastos de registro.

c) Cancelación y nueva hipoteca

En este caso, se cancela la hipoteca actual y se firma un nuevo préstamo hipotecario con las condiciones deseadas. Es menos común debido a sus costes más elevados.


3. Pasos para cambiar de tipo fijo a variable

Paso 1: Evalúa tu hipoteca actual

Consulta con tu banco el capital pendiente, las condiciones actuales, y si hay costes por modificar el contrato, como la comisión por novación o por cancelación anticipada.

Paso 2: Compara ofertas del mercado

Investiga las tasas de interés variables disponibles y los diferenciales aplicados por otras entidades. Asegúrate de que el Euríbor y el diferencial sean competitivos.

Paso 3: Calcula los costes de cambio

Los posibles costes incluyen:

  • Comisiones bancarias: Por novación, subrogación o cancelación.
  • Gastos de notaría y registro: Si se formaliza un nuevo contrato.
  • Tasación de la vivienda: Puede ser necesaria para subrogaciones.

Paso 4: Negocia con tu banco

Antes de cambiar a otra entidad, intenta renegociar las condiciones con tu banco actual. A menudo, prefieren ajustar las condiciones para retener a sus clientes.

Paso 5: Formaliza el cambio

Una vez acordadas las nuevas condiciones, el cambio se formaliza ante notario y se inscribe en el Registro de la Propiedad.


4. ¿Cuándo es buena idea cambiar de fija a variable?

a) Las tasas variables están en mínimos históricos

Si el Euríbor está en niveles bajos y se espera que siga estable a corto o mediano plazo, cambiar a un tipo variable podría reducir tus cuotas mensuales.

b) Plazo de amortización largo

En hipotecas con plazos largos, un interés variable puede ser beneficioso en los primeros años si las tasas son bajas.

c) Buscas reducir la cuota mensual

Las hipotecas variables suelen tener cuotas iniciales más bajas que las fijas.


5. ¿Cuándo NO es buena idea cambiar de fija a variable?

a) Expectativa de subida del Euríbor

Si se prevé un aumento del Euríbor, tus cuotas podrían incrementarse significativamente con el tiempo.

b) Valoración de la estabilidad

Si priorizas la seguridad de tener cuotas constantes y predecibles, es mejor mantener una hipoteca fija.

c) Costes elevados de cambio

Si los costes de la novación o subrogación son altos, el cambio podría no ser rentable.


6. Ventajas de cambiar de fija a variable

  • Reducción de cuotas iniciales: Aprovechas los bajos intereses actuales.
  • Mayor flexibilidad: Los tipos variables pueden adaptarse mejor a tus necesidades si las tasas son bajas.
  • Posibilidad de ahorrar: Si el Euríbor permanece bajo, puedes pagar menos intereses a largo plazo.

7. Riesgos de cambiar de fija a variable

  • Incertidumbre: Las cuotas pueden aumentar si el Euríbor sube.
  • Dependencia del mercado: Tu hipoteca estará sujeta a las fluctuaciones económicas.
  • Ahorro limitado a corto plazo: Los cambios de tipo pueden no compensar los costes iniciales.

8. Consejos antes de tomar la decisión

  1. Consulta con un Broker Hipotecario: Un experto puede ayudarte a evaluar los riesgos y beneficios.
  2. Analiza escenarios futuros: Usa una calculadora hipotecaria para simular posibles subidas del Euríbor.
  3. Revisa todas las condiciones: Asegúrate de que no haya cláusulas ocultas o vinculaciones excesivas en el nuevo contrato.

Cambiar una hipoteca de tipo fijo a variable es una decisión importante que requiere un análisis exhaustivo. Si decides hacerlo, asegúrate de negociar las mejores condiciones posibles.

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